Quitas y castigos de cartera
¿Cuánto representan las pérdidas asociadas a créditos incobrables en México?
Según datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, el 3.4% de los créditos de consumo en nuestro país estarían vencidos: o sea, el sistema bancario tendría cerca de 2 millones de créditos morosos, en el ramo de consumo, al cierre de febrero.
En paralelo, los bancos estarían reportando alrededor de $140 mil millones de pesos en quitas y castigos para todos los tipos de crédito durante 2023 —28% más que lo reportado en 2022, y equivalente a aproximadamente el 55% de las utilidades del sistema.
Tan relevante sería el tema de la cobranza en México, que estimamos que existen cerca de 200 despachos de cobranza enfocados en recuperar cartera para los bancos comerciales. Sí ampliamos el espectro a las entidades financieras no bancarias, el número de instituciones autorizadas para realizar labores de cobranza se acerca más a los 600 despachos.
Las cancelaciones y condonaciones a los créditos de la banca representan cerca del 2.2% de la cartera total del sistema. El máximo histórico se registró en la crisis del 2009, cuando esta razón superó el 5.7% del portafolio (ajustando por inflación, algo así equivaldría, más o menos, a $204 mil millones en pesos).
Como es de esperarse, la gran mayoría de las quitas y castigos a los portafolios bancarios vienen del financiamiento al consumo (80%): tarjetas de crédito y nómina representan más de la mitad de los write-offs.
Como referencia, el crédito al consumo representa el 22% de la cartera total, mientras que los créditos comerciales el 59% y vivienda el 19% restante.
De acuerdo con datos del regulador, las quitas y castigos como proporción de la cartera total estarían ubicándose a niveles históricamente bajos para casi todos los productos de crédito —eso sí, después de haber mostrado alzas importantes en los años posteriores a la pandemia.
Llama la atención el caso de los créditos de nómina, los cuáles no presentaron una alza importante en castigos durante 2021 y 2022, pero sí al cierre del año pasado, alcanzando niveles de casi 10% de la cartera —algo no visto desde 2018.