Existen decenas de modelos, papers y proyectos estadísticos que han dedicado años de esfuerzo a estimar el nivel de ingresos de los hogares más ricos del mundo. En parte, por la relevancia de este dato para efectos de políticas públicas, y también, por la dificultad de generar resultados confiables ante tantas carencias de información.
En 2016, un grupo de economistas del Colegio de México publicó un estudio donde argumentaban que el top 1% de los hogares en México concentraría cerca del 25% del ingreso total. Posicionando a México como una de las economías con mayor concentración de ingresos entre los hogares más ricos, según los investigadores.
Como parte de su análisis, los autores destacaron las limitaciones de las encuestas para capturar de manera adecuada las dinámicas y niveles de ingreso de los hogares más afluentes. Tal fue la magnitud del subregistro, que estimaron que un hogar ubicado en el noveno decil percibía el doble de lo reportado por la ENIGH — la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, del INEGI —, mientras que un hogar en el décimo decil podría estar ingresando más de tres veces lo estimado por el INEGI.
Generalmente, los hogares en este bracket tienden a “esconder” o subregistrar parte de sus ingresos, lo cual dificulta su medición a través de encuestas como la ENIGH. Esto ha llevado a investigadores a recurrir a fuentes alternativas como cuentas nacionales o datos fiscales anonimizados para generar estimaciones.
Lamentablemente, no existe un modelo perfecto. Incluso entre los estudios y modelos más rigurosos, existen discrepancias importantes. Es, sin duda, un problema abierto y con múltiples incógnitas.
Aún así, ¿qué podemos observar a partir de los datos disponibles?, ¿qué se puede analizar de los ingresos del top 5% y qué no?
Hace unos días el INEGI publicó la ENIGH 2024.
Según esta última edición, los hogares ubicados en el décimo decil tendrían un ingreso corriente promedio de ~$78,000 pesos mensuales y concentrarían aproximadamente 30.3% del ingreso total del país. Para formar parte del top 10%, un hogar necesitaría ingresos mensuales de al menos $48,000 pesos de acuerdo con datos de la encuesta.
Con base en esta información, un hogar en el décimo decil percibe, en promedio, cerca de 14 veces más que un hogar en el primero, y casi el doble que uno en el decil inmediatamente anterior.
Desmenuzando los datos abiertos del INEGI, observamos que el ingreso promedio de un hogar en el top 5% ascendería a cerca de $100,000 pesos mensuales, es decir, casi el doble de lo que percibe, en promedio, un hogar ubicado entre el percentil 90 y 95.
Veamos que nos dicen otras fuentes de información al respecto.
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Utilizando como base las cuentas nacionales, el modelo del Colegio de México y los resultados de la ENIGH 20221, estimamos que el ingreso promedio (por hogar) en México sería de $50,000 pesos al mes, cifra 2.4 veces por encima de lo reportado por el INEGI.
Más aún, el top 10% (i.e. el décimo decil) tendría un ingreso promedio de aproximadamente $290,000 pesos mensuales — 4 veces por encima de lo estimado por la ENIGH, en el 2022.2
Esto implicaría que alrededor del 56% del ingreso total del país estaría concentrado en manos del top 10% de la población. Proporción que coincide con lo estimado por el metodología implementada por el World Inequality Database (WID) — proyecto que posiciona a México como uno de los países con mayor concentración de ingresos en la punta de la pirámide.
Según estimaciones del organismo internacional, México sería el cuarto país en el ranking con respecto a la concentración de ingresos en el top 10%, tan sólo detrás de Sudáfrica, Namibia y Colombia.